La catequesis de Primera Comunión dura tres cursos. Se inicia con siete años, al comenzar segundo de prima-ria. Los grupos del primer curso se reúne el lunes de 17:30 a 18:30. Los grupos de segundo y tercer curso se reúnen los viernes de 17:00 a 18:00 y de 18:00 a 19:00. La inscripción se formaliza en la primera quincena de septiembre.

La Iglesia tiene la misión y la responsabilidad de engendrar nuevos hijos para Dios. No obstante, esa labor recae fundamentalmente sobre los padres cristianos, quienes el día de su matrimonio se comprometieron a «educar según la ley de Cristo y de su Iglesia» a sus hijos (Ritual del Matrimonio, n. 64). Para ayudarles a cumplir con esta noble tarea, cuentan con el auxilio y el apoyo incondicional de la comunidad eclesial y, muy especialmente, de sus pastores.

Iniciar a los nuevos cristianos en la fe hasta que alcancen la madurez de la gracia requiere la estrecha colaboración de padres, catequistas y sacerdotes. Juntos, llevamos a cabo un itinerario progresivo para que el aspirante reciba los tres sacramentos de la iniciación cristiana: Bautismo, Eucaristía y Confirmación. Por ello, la recepción de la Primera Comunión debe encuadrarse dentro de este proceso integral, teniendo en cuenta los siguientes principios:

  • -Continuidad: No puede aislarse del crecimiento progresivo en la fe, que comienza con el Bautismo y concluye en la Confirmación. De este modo, la Primera Comunión no debe entenderse como el final del proceso, sino como un paso fundamental en el camino.
  • -Vida Cristiana: El objetivo no es únicamente la recepción de un sacramento, sino formar a los niños para que sean auténticos cristianos que crean, vivan, oren y celebren su fe en el día a día de su vida.
  • -Prioridad Religiosa: La Primera Comunión es, ante todo, un encuentro espiritual que debe primar sobre la dimensión social del evento. No se celebra la Comunión como una excusa para realizar una fiesta, sino que la celebración festiva debe ser expresión del encuentro personal de los niños con Jesús.

Para ayudar a los padres a cumplir este compromiso que contrajeron libremente, la parroquia de Nuestra Señora de la Merced ofrece la catequesis de comunión siguiendo las normas diocesanas. Este itinerario consta de tres cursos, que normalmente inician cuando los niños comienzan Segundo de Primaria. Las reuniones son semanales y se distribuyen de la siguiente manera:

  • -Primer curso: Lunes, de 17:30 a 18:30 h.
  • -Segundo y tercer curso: Viernes, con turnos de 17:00 a 18:00 h y de 18:00 a 19:00 h.

La asistencia asidua, la puntualidad y una comunicación fluida entre los padres y los catequistas son requisitos ineludibles, pues de ello depende que el crecimiento espiritual del niño sea eficaz y se pueda garantizar la marcha adecuada del grupo de catequesis.

Más allá de la formación doctrinal y moral acorde con la fe de la Iglesia -y dado que el objetivo final es formar cristianos adultos-, es necesario iniciar a los niños en la vida de oración y en la participación de la santa Misa. Asimismo, se acompañará específicamente a aquellos niños que aún no hayan recibido el primero de los sacramentos, preparándolos para el Bautismo.

Para fomentar la iniciación a la vida espiritual, en todas las sesiones de catequesis se dedicará un breve espacio a la oración. Además, frecuentemente se realizarán «oratorios» (momentos de oración guiada) para facilitar que el niño tenga un contacto directo y personal con Jesús. Del mismo modo, es enormemente valioso para el crecimiento interior que en el hogar se cultiven momentos de oración familiar conjunta.

Igualmente necesaria es la participación en la Misa dominical. Resultaría contradictorio que, mientras se preparan para recibir a Jesús-Eucaristía, los niños no participaran en la celebración central de la vida cristiana.

Para llevar a cabo esta labor de iniciación a la vida cristiana, la parroquia cuenta con un grupo de catequistas cualificados y abnegados, que dedican su tiempo y esfuerzo de forma totalmente altruista. Asimismo, disponemos de instalaciones adaptadas para realizar esta actividad con dignidad: oratorio, salas de reuniones y materiales pedagógicos adecuados.

Finalmente, la parroquia dedica durante el curso una de las misas dominicales a las familias jóvenes. Estas celebraciones están especialmente dirigidas a los niños que se encuentran en este proceso de iniciación, adaptando para ellos la homilía, los cantos y la liturgia participativa. Con esa finalidad, contamos también con un coro infantil en el que pueden integrarse todos los niños que lo deseen.