Aquí encontrarás información sobre todo lo relacionado con el sacramento del matrimonio, la documentación y las gestiones necesarias para realizarlo.

Ver lo referente al cursillo prematrimonial >>>
Lecturas bíblicas, preces y formulas de consentimiento >>>
El sacramento del matrimonio
El amor es la esencia de la vida cristiana, y pocas realidades lo expresan mejor que el matrimonio cristiano. Es un tipo de enlace esencialmente diferente del matrimonio civil. Éste es un vínculo estable que une jurídicamente a dos personas y que tiene como objetivo la mutua felicidad y la formación de una familia. Sin embargo, el matrimonio cristiano es la unión de un hombre y una mujer ante Dios para caminar juntos hacia el cielo y para constituir una familia cristiana, donde Jesucristo reine y donde se proponga a cada uno de sus miembros un horizonte de santidad. Es, por tanto, un estado para una misión espiritual.
El matrimonio cristiano tiene un modelo: el amor entre Cristo y la Iglesia. Un amor de donación mutua, de entrega incondicional, de perdón constante, de fidelidad. Sólo un amor como ese puede cumplir realmente los requisitos que San Pablo atribuye al verdadero amor cristiano: «Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta» (1Cor 13,7), y que tienen su máxima expresión en el sacrificio de la cruz.
En el fondo, el amor de los esposos es la réplica humana más perfecta del amor con el que se aman el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo: siendo radicalmente distintos en cuanto personas, forman una única realidad. De igukal manera, también los esposos, manteniendo la diferencia de personalidad, sexo y sensibilidad, están llamados a formar una unidad íntima, que se hace fecunda y genera una familia.
Naturalmente, no se puede formar un verdadero matrimonio cristiano si ambos cónyuges no trabajan por crecer individualmente en la vida de fe, si no aúnan sus criterios prácticos a los de Cristo, y si no comparten su experiencia cristiana a través de la liturgia y la oración. Es decir, si no forman una verdadera «iglesia doméstica», según el modelo de todo matrimonio cristiano, que es el de María y José, unidos por el vínculo de amor que surge de su amor a Dios y se expresa en una misión en común.
El expediente matrimonial
Los novios que optan por consagrar su amor a Dios casándose por la Iglesia han de solicitar a la parroquia la celebración de su boda con al menos tres meses de antelación, dándose el tiempo suficiente para llevar a cabo los trámites necesarios, encontrar la fecha oportuna y poder resolver las poaibles dificultades que se puedan presentar. Tres meses es el tiempo indicado para realizar con sosiego el expediente matrimonial, que se puede llevar a cabo en la parroquia del novio o en la de la novia, indistintamente.
En nuestra parroquia, el sacramento del matrimonio se celebra los sábados y para las parejas que pertenecen a la demarcación parroquial o aquéllas que están fuertemente ligadas a nuestra comunidad.
Para hacer el expediente es preciso aportar los siguientes documentos:
- – Fotocopia del DNI o pasaporte.
- – Partida de bautismo de cada contrayente (legalizada si proviene de otra diócesis). La partida de bautismo caduca a los seis meses.
- – Partida literal de Nacimiento (Registro Civil).
- – En caso de viudedad, acto de defunción del contrayente fallecido.
- – Certificado del cursillo prematrimonial (ver los cursillos que se realizan en nuestra parroquia>>>)
- – Dos testigos, uno por contrayente, que los conozcan antes de los dieciocho años.
- – Amonestaciones, que se colocan públicamente en las parroquias de los novios.
- – Cuando se ha celebrado matrimonio civil previo entre los contrayentes, se debe acompañar la partida de matrimonio, y la declaración de intenciones que indujeron al matrimonio civil previo y no al canónico.
Los documentos civiles que provengan de otro país deben estar apostillados (legalizados) por las autoridades correspondientes.
Los expedientes de los matrimonios con divorcio civil previo, con nulidades eclesiásticas, con extranjeros o con dispensas, se realizan en el Arzobisspado.
En caso de que se desee que presida la celebración del matrimonio un sacerdote que no sea de nuestra parroquia, es necesario hacerlo saber al hacer el expediente, aportando el nombre del sacerdote celebrante para hacer la delegación escrita correspondiente, teniendo en cuenta que toda celebración del sacramento del matrimonio deberá ceñirse al Ritual oficial, cumpliendo en todo las rúbricas del mismo, sin interpolar ritos ajenos a los previstos.
En todo caso, y para resolver dudas, lo mejor es que los novios se pongan cuanto antes en contacto con la parroquia en el horario de despacho.
Celebración del sacramento
Para preparar los elementos materiales de la celebración de la boda, es necesario dirigirse a la parroquia en la que se va a realizar el expediente y en la que se llevará a cabo la celebración; teniendo cuidado de que, tanto en el proceso de preparación como en la celebración litúrgica, los elementos externos no desdigan de lo verdaderamente importante, que es el aspecto espiritual de la celebración; adaptando todo -flores, fotografías, música, etc.- al carácter sagrado del sacramento. Así, por ejemplo, no tendría sentido utilizar una música o unos gestos profanos para celebrar un acontecimiento eminentemente religioso.
En cuanto a los elementos propios del matrimonio en la celebración, se pueden elegir entre diversas posibilidades, que se pueden consultar en las lecturas bíblicas y las fórmulas de consentimiento >>>.